viernes, 30 de mayo de 2014

Romance de la Valenciano




    



ROMANCE A LA VALENCIANO


      Tu apellido ‘Valenciano’ es un resabio machista que no se puede aguantar en tu estela feminista. Es tu jefe Rubalcaba y ‘Rubalcabo’ sería si tú fueras Valenciana por feminista justicia. Si tu programa es el cambio, apellidos cambiarías, que es la denominación la función apelativa que te marca como el hierro y proclama tu divisa. No me llames ‘animal’ por metáfora atrevida, que animales las metáforas que tú lanzas y prodigas.
    
      De un grano hiciste montaña de tamaño europeísta y del grano sólo hablabas en todas tus entrevistas. Europa quedaba lejos de tu empeño y tu codicia, Europa te importa un bledo, tú sólo vas de machista, de machista en la palabra, de enredos y de insidias, que al caño que a borbotones el progreso nos traía, al caño que negociaba los beneficios agrícolas, ese caño taponabas y Cañete le decías. Y al posible Comisario que un cañón resultaría para propios intereses, le caneabas encima y a España la caneabas a través de sus costillas.
    
      “Él me ha dejado ganar” dijiste con ironía, “por ser mujer me ha dejado” –a Cañete traducías– y ya ves cómo has ganado con tu faz televisiva. Son tan profundas las cámaras que te sacan las mentiras, y las arrugas de dentro te salen por la saliva. Que las arrugas de fuera son los surcos de Castilla que Cañete lleva impresos por la frente y las mejillas. Para ti nunca hay arrugas, que eso sería machista. A Cañete le arrastraste por ciudades y por villas, te le llevaste prendido como vil perdonavidas por las plazas y mercados como ejemplar feminista que no cede en el venablo, diga el otro lo que diga. La paja en el ojo ajeno y en el propio doce vigas. Ay, que miedo que me das, me da miedo cuanto escriba, por si cualquier Valenciano me echara la vista encima y me abroncara estas cosas y me estallara la risa.”
Una cosa yo proclamo desde el alto de mi cima a la mujer Valenciano con toda mi cortesía: “Yo no entiendo de igualdad, Ministerio es tontería. Es la igualdad comunismo que nunca aconsejaría, la plural naturaleza que te da y que te quita, que nos hace desiguales de variedad inaudita, diversidad que es riqueza, su Ministerio querría: el de la Diversidad, sin saber para qué sirva.”
      
     “A la igualdad de género yo te respondería: que en el rato y en la rata, palo y pala, río y ría no hay igualdades de género en su oposición lingüística. Si entre hombres y mujeres la igualdad pedirías, es que pierde la mujer, que en intuición es más rica, muchachitas más maduras sin que sepan geografía. Si tú hablas del trabajo de igualdad retributiva, será una ley laboral para Pepes y Marías. Y si hablas de elecciones, el partido hace las listas: hay cadenas de montaje, uno y una, línea a línea, con el ritmo furibundo de la danza socialista. Cada cosa tiene un nombre como buen nominalista, y no digan ‘igualdad’, si no es de forma precisa.”
     
      Adiós a la Valenciana y a Rubalcabo en deriva, chacales de la PSOA ya le cercan como víctima. Ay, qué pena, Rubalcaba, que fuiste liebre en la pista y te encuentras acechado sin tener contrapartida. No es que te pesen las grasas, es que abruman tus mentiras.
     
      Has perdido por tu lengua, has perdido, Elenita, Cañete fue “superior” según nos dicen las cifras –aunque con victoria pírrica de italiana perspectiva–. Cañete fue “superior” en la disputa política y tú el brazo ejecutor de la ola feminista, que no perdonó lamentos y arremetió con inquina, formando bola de nieve de colosales falsías. Con tus palabras sobrantes, ahora, ¿qué harás, Elenita?     
                                            José César Álvarez    
                                           
                   'PUERTA DE MADRID', 31.5.2014

jueves, 22 de mayo de 2014

Alcalá y Europa




Alcalá y Europa
    
      
     Tengo para mí que la primera aventura europea de Alcalá hubo de ser en París. En el siglo XIV y XV los frailes que buscaban nuevos aires, atufados de tanta escolástica tradicional, se daban un garbeíto  por la Universidad de París donde se enseñaba el nominalismo, que era la corriente filosófica en boga y que tenía los candados echados en España. París, con su nominalismo, era entonces la pantalla del destape intelectual al que acudían los españolitos, de hábito talar. Nos cuenta Menéndez y Pelayo que en aquellos tiempos los españoles brillaban con luz propia en la Universidad de París. Allí fueron a estudiar franciscanos de Alcalá, entre otros, que querían imbuirse del nominalismo de Guillermo de Ockam, que era franciscano y fue lumbrera filosófica de la Edad Media. Por eso Cisneros conoció el nominalismo, y cuando en 1508 abre la Universidad de Alcalá, irrumpe en su casa la modernidad nominalista, de tal forma que llegó a tambalear a la propia Universidad de Salamanca, cuyos alumnos interesados emigran a Alcalá. Así fue cómo Alcalá llegó a romper los candados intransigentes de Salamanca.

                                    Guillermo de Ockam

      Y ¿qué era eso del nominalismo? Fue una larga discusión que armaron con el tema de “los universales”. Era una polémica medieval que a su vez venía desde la época griega con Platón y Aristóteles. No tenían en otra cosa que ocuparse. ¿Qué era antes, el universal, lo genérico, o lo individual y concreto? ¿Era primero el ser viviente animal racional hombre Juan, por este orden o lo primero era ser Juan? Pues los nominalistas del destape parisino decían en contra del tomismo que lo primero era ser Juan, que lo otro son abstracciones, esencias o formas derivadas, que no tienen existencia fuera de la mente. Lo realmente existente, lo primero era la substancia primera. En París se enseñaba la teoría individualista de Guillermo de Ockam y París era Juan.
     Pardo y Ciruelo enseñaron en Alcalá la nueva lógica y las Súmulas nominalistas. Estos, en sus disputas filosóficas, cuidaban de la precisión de ‘los términos’. Había que aquilatar los términos antes de lanzarse. Las palabras podían ser engañosas, expresar significados equívocos, ser flatus vocis, voces hueras. Y los aquilatadores complutenses de voces volvieron a salir a Europa con su invento de precisiones.

                               Arias Montano   


     La Biblia Políglota, transcrita en griego, hebreo, latín y caldeo, según Menéndez y Pelayo “fue joya de eterna gloria y faro esplendente”, y Arias Montano, alumno de Alcalá, hebraísta y portentoso políglota, pasó a dirigir la Biblia de Amberes. Los maestros complutenses, seguían siendo los magos de las palabras precisas, universales, dominadores del universo humanístico.
    
      Erasmo de Rótterdam, gran humanista y uno de los principales padres de Europa, fue invitado por Cisneros y lamentó después su “non placet Hispaniam” calificando a la Academia Complutense como “modelo del saber y dominio de todos los conocimientos”. Alabó la figura de Nebrija, su “tantum nomen”, el renombre que dio a su Academia.
   
                                    Erasmo de Rotterdam

     La crítica a la iglesia de Roma acabó con la  Reforma Luterana, en la que la unidad de Europa se rompe y se enfrenta. Las creencias religiosas de entonces configuran los Estados. A la Reforma europea se opone la Contrarreforma española, que, al cerrar los Pirineos, se ofrece como reserva espiritual de Europa. Pero en Alcalá se establece un cuartel de la Contrarreforma, el Colegio Máximo de la Compañía de Jesús, la ardiente denominación de militancia universal. En ese espacio universitario derivado, en su Salón de Grados, no cabía hace unos días el séquito de un juez prevaricador de mundialismos alicortados.
      
     Ahí está el soldado Cervantes y los alcalaínos anónimos de Lepanto, de Corfú, del Milanesado, de Pavía, de la Borgoña y de los Países Bajos, donde caería en acto de heroísmo el alcalaíno Rodrigo, hermano de Cervantes. Ahora, sin embargo, el fervor patrio se diluye tras los colores de un equipo de fútbol y queda la bandera nacional exenta de heroísmos enjugados.
      
     Ahí están los madrileños colchoneros y merengues de Lisboa en la lucha final por Europa. El fútbol es primero. Primero botamos por Europa, y un día después votamos por Europa. Todo tiene un orden. ¿Se han dado ustedes cuenta también de que la perspectiva europea de un español es dual? Miren: Carlos I de España y V de Alemania, la Reforma y la Contrarreforma, los Borbones y los Austria, Bruselas y Estrasburgo, el inglés y el francés, Cañete y la Valenciano, merengues y colchoneros, la Cibeles y Neptuno. ¿A que sí? 
  
 José César Álvarez

Puerta de Madrid, 18.5.2014
                                                             

viernes, 16 de mayo de 2014

Tras el cotejo del ADN de Cervantes





Tras el cotejo del ADN de Cervantes 

     Aquel jueves por la noche, cuando España se iba a meter en la cama y en la campaña por Europa, España se metió enterita en Monterrubio de la Serena. Una retroexcavadora en el camino, un viraje, un abismo, y cinco niños que no volverán nunca a la plaza de su pueblo donde les esperaban sus padres. Todas las dialécticas políticas, todas las diatribas futboleras de la última recta, todas las independencias juntas, todas las corrupciones reunidas enmudecen en la plaza de Monterrubio de la Serena, ante la espera de un microbús que no llega. El firme vozarrón de Cañete, la voz de la Valenciano a la contra, la voz de la eurovisiva Conchita, los Ronaldo y los Mesi, Nadal, Alonso, los huesos de Cervantes, Obama, Putin, todo ello es agua chirle ante la muerte de cinco chavales espigados, todo es una tontuna ante una manita de españolitos truncada. Y, sin embargo, la vida sigue.
     Era mi propósito pergeñar un mapa de la familia cervantina más próxima, los lugares de los huesos familiares. Se habla de esta posibilidad de cotejo del ADN, en el caso de que los arcabuzazos que Cervantes recibiera sobre La Marquesa en Lepanto, dos en el pecho y otro en el brazo izquierdo, no fueran suficientes para ser identificado, o quisiera ser más seguramente confirmado, en ese caso habría que buscar penosamente en otros lugares:
     En Alcalá de Henares, en el convento de la Purísima Concepción, calle de la Imagen, donde su hermana Luisa profesó con el nombre de Sor Luisa de Belén y donde fue abadesa en varias ocasiones. Pero en este convento, que fue ocupado por El Campesino durante la guerra civil, según testimonio de alguna monja, se encontraron removidas las sepulturas.


       Convento de la Purísima Conceción de
Alcalá de Henares

     En Cabra fue gran alcalde ordinario Andrés de Cervantes, tío de Miguel, y debió poseer un enterramiento distinguido en el año de su muerte de 1587. Allí, en la parroquia de la Asunción, quedaría también su hijo el egabrense Rodrigo, primo carnal de Cervantes, fallecido en 1607, y un hijo natural del alcalde, Diego de Cervantes. En Lucena quedaría la otra hija, Leonor de Torreblanca, que huyó allí por no soportar el segundo casamiento de su padre.
 Parroquia de la Asunción de Cabra


      En Madrid, la madre de Cervantes, doña Leonor de Cortinas, que vivió muchos años en Alcalá, se fue a vivir con su desgraciada hija Magdalena a la calle Leganitos y murió allí el 19 de octubre de 1593, siendo enterrada en la iglesia de San Martín, hoy desaparecida, donde sus hijas le dieron muy digna sepultura, en tanto Miguel habría de encontrarse por las tierras onubenses de Niebla en las resacas de trigo para La Armada. En esta misma iglesia de San Martín –en su cementerio circundante– sería también enterrada la supuesta hija natural de Cervantes y Ana Franca, la tabernera de la calle Tudescos, llamada Isabel de Saavedra. A Isabel se la vincula con Magdalena, la hermana de Cervantes con quien se iría a vivir. Esta supuesta y legalizada hija de Cervantes no cuidó, como tampoco su esposa, de procurar una lápida a su padre, sepultado en las Trinitarias, muriendo a la misma edad de 68 años que murió su padre, ella en el año 1662.  
     En Flandes muere el 2 de julio de 1602 en la batalla de las Dunas el querido hermano de Miguel, Rodrigo de Cervantes, el que estuvo con él en Lepanto y en Argel, en donde le cedió su puesto de rescate en la expedición mercedaria de Jorge del Olivar. Murió el alférez Rodrigo frente a las tropas que mandaba Mauricio de Nassau sobre las del archiduque  Alberto. Cotejo imposible, quizás como los que siguen…
          Precisamente un 9 de octubre –primera fecha cervantina alcalaína– de 1609 es la fecha de sepelio de su hermana complutense Andrea de Cervantes, que vivía entonces con el matrimonio Cervantes en la calle Magdalena de Madrid, y era enterrada por su hermano en la iglesia de San Sebastián. La hija de Andrea, Constanza de Ovando, moriría en 1622. Y la otra hermana de Cervantes, Magdalena de Sotomayor murió el año 1611, pobre de solemnidad, siendo su voluntad ser enterrada en el Monasterio de San Francisco de Madrid, donde por su condición de haber tomado el hábito de la Orden Tercera  Franciscana, tenía derecho a un entierro gratuito.  
 
 Real Basílica de San Francisco el Grande de Madrid


     Queremos tener a Cervantes ahí, identificado en un sepulcro donde se mire nuestro orgullo. Esta vez tenemos confianza en que la tecnología consiga algo tan certero y palpable, como identificar y dar gloria al Príncipe de nuestras letras, el alcalaíno maltrecho en vida y en muerte. Tenemos también confianza en que las tres obras sucesivas de ampliación de un templo que sigue pequeño, no resultaran drásticas. Cinco son los enterramientos que allí se suponen. Y ahí está sin duda nuestro paisano.
       No será por casualidad que durante este pasado fin de semana, en el Museo Casa Natal de Cervantes hayan sonado vihuelas, guitarras y chirimías. Y que en el otro espacio emblemático cervantino, como son las ruinas de Santa María, en pleno mediodía dominguero, hayan saltado al aire los animados compases de la Banda Sinfónica Complutense. No es por casualidad esta profunda sonrisa de la primavera cervantina


 José César Álvarez
Puerta de Madrid, 17.5.2014