Días oscuros
Días oscuros y
obscuros, tristes y fríos. Las vísperas oscuras no anuncian fiesta alguna. La noche obscura del alma de San Juan de la Cruz, por ser noche, no puede
pintar la cruda realidad del día negro, de boca de lobo, día de cielo cerrado
al que se le echa encima la noche pronta y lo clausura.
El gobierno en
funciones atraviesa los días de boca de lobo y de cielo cubierto al que se le
echa encima, pronta, la noche catalana. Las noches pueden ser oscuras pero los
días deben ser luminosos. Si los días son oscuros es que gana la noche. En los
días de Parlamento, allí se abaten las sombras semiesféricas. Y, sin embargo,
una linterna parece mover en la mano, como Diógenes,
un catalán llamado Albert Rivera. En
las alcobas del Senado se han oído nítidos los quejidos de la noche catalana –oh noche en que juntaste amado con amada–,
y a España puede llegarle definitivamente el parto conspirativo de los
bisbiseos cómplices de la noche. Los días dejarán de ser oscuros y la noche se
nos echará encima. Pedro Sánchez
podría recitar así:
En una noche oscura,
con ansias en amores inflamada
(¡oh dichosa ventura!),
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada.
La moneda alcalaína
Día 14. Hoy han dado
nombre a la moneda alcalaína. En serio. Se trata de una moneda local o social o
alternativa o complementaria. Cuando los hallazgos arqueológicos nos permitían
saber que un lugar histórico acuñaba moneda era signo evidente de
independencia, de soberanía, de autonomía política y desarrollo económico. Eso
dirán de nosotros las indelebles monedas cuando alcancemos la condición de ser
súbditos invisibles del Reino del Polvo. En la revolución cantonal de Cartagena,
en cuyo momento histórico parece que
hemos desembocado, se acuñó el ‘duro cantonal’. Al fin ha sido elegido por
votación el ‘henar’. Algunos de los nombres derrotados han sido: el ‘zulema’,
el ‘quijano’, el ‘bartolo’… Me quedo en el puro análisis nominal. Intelijencia, dame el nombre exacto de las
cosas que diría Juan Ramón Jiménez. Otros nombres propuestos han
sido el ‘rocinante’, el ‘sancho’, la ‘quijota’, la ‘dulcinea’… ¡Qué manía con trasvasar
los personajes de la ficción manchega a la ‘cuna’ de la realidad familiar
cervantina! Este mismo de ‘la cuna’ es denominación más ceñida y convincente,
somos cuna del genio de la palabra y estamos en el término homófono de la
‘kuna’, la moneda croata, entre otras.
El ‘henar’ está
bien, pero es un apócope de un Henares disperso por dos comunidades y que le
dejan llegar hasta ‘el hospital del Henares’ de Coslada, a donde el río no
llegó nunca. Voy a jugar fuera de plazo.
Ningún nombre más sonoro y originario que ‘cómpluto’. La mención de nuestra
ciudad romana ha pasado a ser acentualmente palabra llana. Y el esdrújulo podríamos
habérselo adjudicado a sus nuevos denarios contantes y sonantes. “Este traje
vale 275 cómplutos”, así de sonoro, con ese ‘plutos’ final griego de ‘rico’. Mi
‘cómpluto’, cantoral y cantonal, ha quedado acantonado.
La corrida del Quijote
Así ha denominado
la empresa de la plaza de toros de Alcalá, el festejo taurino que proyecta para
el sábado 23 de Abril, día en que se entrega el ‘Premio Cervantes’ y se cumple
el cuarto centenario de la muerte del hijo más insigne de la ciudad Miguel de Cervantes. La corrida tendrá
un ambiente del Siglo de Oro español. Quiere ser un festejo pintoresco al
estilo de otras, como ‘la picassiana’ en Málaga, ‘la teresiana’ en Alba de
Tormes, ‘la goyesca’ en Madrid en torno a su 2 de mayo. No sabemos si la
corrida ‘El Quijote’ se quedará sucesivamente con nosotros ese día. Pero
nuestro Cervantes, el que aquí nace, es el que celebramos el 9 de octubre. Si
Madrid se llevó de aquí sin razón, la Universidad
Complutense, el INAP y el Instituto Cervantes, entre otras
gollerías, puede llevarse con toda razón de un papirotazo todo lo que pongamos
encima del día que Cervantes muere en Madrid.
Aunque, si eso
ocurriera algún día, don Quijote desenvainaría de nuevo la espada de esta guisa:
—
¡Ea, canallas, para mí no
hay toros que valgan,
aunque sean de los más bravos que cría Jarama en sus riberas! Confesad,
malandrines, así, a carga cerrada, que es verdad lo que yo aquí he publicado;
si no, conmigo sois en batalla —dice
el famoso hidalgo desde la mano alcalaína.
José César Álvarez
Puerta de Madrid, 23.1.2016
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