(INOCENTADA PUBLICADA EN PUERTA DE MADRID)
A la Iglesia Magistral le llegó su hora
“Con los proyectos que tengo en marcha —dice don Inocencio Martín de la Bella — el templo alcanzará el nivel de excelencia que tuvo”
–En el proceso de rehabilitación de la Iglesia Magistral –nos dice el Sr. Martín de la Bella – se ha llegado a un nivel de flotación básico con el que el templo ha ingresado en la Federación de ciudades catedralicias. Es preciso ahora acometer el nivel de excelencia del que gozó. Está claro que la Iglesia por sí sola no puede llevarlo a cabo, le hace falta el apoyo de personas e instituciones. La SIM , esto es, la Santa Iglesia Magistral, sufrió el expolio de la Guerra de la Independencia y el de la Guerra Civil , seguido de pavoroso incendio, donde se dio por liquidado todo el valor acumulado en su interior durante siglos, donde constaba el excelente aporte recibido por parte de los jesuitas expulsos y de los franciscanos del Convento de Santa María de Jesús. Entre el aporte de los jesuitas fueron nada menos que las Santas Formas Incorruptas y una treintena de lámparas de plata que se agenciaron los franceses. Entre el aporte de los franciscanos vino el cuerpo incorrupto de San Diego y el sepulcro de alabastro del Cardenal Alonso Carrillo. Ardieron los cincuenta sitiales del coro alto y los veintidós del bajo, labrados en madera de nogal y de peral, ardieron los dos órganos, entre ellos un magnífico instrumento flamenco, y la excelente obra escultórica de vigarny en el retablo de la capilla mayor, al tiempo que desaparecieron los tapices colgantes, los objetos preciosos del culto y el archivo parroquial y magistral. El fuego y el expolio pueden hacer desaparecer eso y más, pero no pueden aniquilar el alma, la entraña, la historia viva de esta iglesia de excelencias.
A don Inocencio Martín de la Bella le hago ver que esos entusiasmos complutenses que destila no se llevan ya ni en el propio feudo. Se ha dicho de Alcalá que posee un microclima donde las cosas no inspiran frío ni calor.
–En efecto –me ataja don Inocencio–, algo de eso debe ocurrir en Alcalá, porque no alcanzo a comprender cómo ha podido transcurrir tanto tiempo en surgir esta Asociación de Amigos de la Magistral o entidad similar. Los Amigos de la Universidad , entidad que conozco y tengo en aprecio, van al lado de una Universidad de Alcalá que también sufrió expolio, pero nunca sufrió el fuego. Hay mucha diferencia, el fuego marca, el fuego lleva ira. Levantarse del fuego cuesta. Los Amigos de la Universidad no arriman su hombro para asuntos de recuperación del patrimonio por tres motivos: uno es porque no tuvieron fuego, otro porque la ciudad fue muy generosa con su Universidad, y, por último, porque papá-EStado todo se lo provee y prevé. Y ese mismo Estado, cuando mita a la Iglesia , dice ser laicista”.
Son palabras del momento, palabras que se pegan por tener alta la tele, digo yo. El Sr. Martín de la Bella me habla de Alcalá, dale que dale, en su casa de Madrid. Los alcalaínos que queramos oír hablar de Alcalá vamos a terminar por venir a Madrid.
–Mi idea estrella –me dice de repente el Sr. de
–Se ha referido usted, don Inocencio, a la plaza de los Santos Niños. ¿no cree usted que necesita darle una vuelta urbanística a ese espacio? ¿O sus competencias no llegan al entorno?
–Lleva usted razón en su puntualización –contesta el Sr. Martín de
–Es de suponer que la novia no estuviera tuerta todavía –le digo.
–La novia tenía trece años y quitaba el hipo. El propio Felipe II, que asistió a la boda, estaba enamorado de ella hasta las cachas. El rey no debió alcanzar sus favores. Por eso bramaba de celos ante su secretario Antonio Pérez. Fue una mujer especial en su tiempo. Competía con los hombres en la práctica de la esgrima y recibió un puntazo de florete en un ojo, y ni ello escompuso los encantos de la bella tuerta. La casa del Rico Home es la casa o una de las casas de los Mendoza en Alcalá en ese tiempo. Es, pues, la casa almenada de Ana de Mendoza y de
–La verdad es que de la torre sólo se ve entera la cara frontal de la fachada.
–¡Claro! Pero hay otro detalle que nos prueba la existencia de esta calle y esta puerta. Dice también la citada crónica que “ por aquesta puerta mora veíase la veleta y la cruz de la iglesia”. Pero ¿qué veleta es ésta? La de la capilla-parroquia de San Pedro no puede ser porque fue inaugurada por Felipe III en 1626 y estamos en 1553. La torre de San Justo tampoco puede ser porque en esa fecha no está acabada, no llega ni a la mitad de su hechura porque permite al cronista ver la veleta de que se trata. En el eje de la puerta central de
–Y esa “puerta de la novia” que dice va a recuperarse ¿se sabe cómo era?
Laredo la conocía, y además acarreó materiales de la Casa del Rico Home a su palacete del Paseo de la Estación. La puerta mudéjar que hay en el costado del palacete Laredo, calle Zuloaga, es una espléndida puerta que pasa desapercibida a los alcalaínos y que sin duda está inspirada en la puerta norte de la casa del Rico Home, hoy desaparecida. Ahora la puerta de Laredo servirá de modelo para la nueva. De ambas puertas, de la de Laredo y “la de la novia” habremos de decir lo mismo que de la Universidad Complutense de Madrid se dice en relación con la Universidad de Alcalá: las dos fueron madres y las dos fueron hijas.
–Vamos a entrar, si le parece, don Inocencio, al interior de
–Ha habido un cambio de funciones, y es que donde estaba el retablo de la capilla mayor está ahora el coro. Ese lugar está ocupado por una nueva y espléndida sillería, obra del artista alcalaíno Diego Sáez Galbis. Opino que la sillería debe seguir ocupando ese lugar de privilegio. Lo que vamos a hacer es desmontar la opaca vidriera de San Rafael que ocupa el ventanal frontal sobre la sillería, corregir dicho ventanal haciéndolo ojival y ocupar el hueco un enorme ventanal gótico calado, provisto de un parteluz de doble pie con vistas también a la girola. En el rosetón central destacará la transparencia de las efigies de los Santos Niños, titulares del templo. Otro proyecto que tenemos en cartera y para el que estamos ya buscando subvención es la capilla lateral que vamos a dedicar a las Santas Formas Incorruptas. Todo el muro del fondo y el piso, hasta la reja de acceso, va a quedar revestido de un mármol blanco, inmaculado. Sobre el altar también blanco se colocará un soberbio cuadro de las Santas Formas, obra del gran pintor alcalaíno Manuel Palero. Dos columnas doradas, rematadas de frontón, enmarcarán el cuadro. Será una capilla modernista, porque en el muro lateral derecho un pintor ruso, cuyo nombre no recuerdo, especialista del realismo urbano, pintará una vista aérea de Alcalá, recogiendo la remembranza de la procesión de las Santas Formas a lo largo de la calle Mayor con todo su esplendor de flores y colgaduras. En el paño izquierdo figurará la procesión en su retorno, ahora de cara, por la calle de Santiago en su perspectiva aérea de tejados y fachadas alineadas y reconocibles. Un cartel dirá así: “Santas Formas Incorruptas, memoria de la fe alcalaína”.
–Cambiando de tema, don Inocencio, ¿le parece a usted que el órgano tiene asignado su lugar adecuado?
–Creo que fueron los de Patrimonio quienes asignaron el lugar, “donde antes estaba” dijeron. El coro se había cambiado ya de lugar, pero las autoridades de la cosa son inmutables. La iglesia se mueve, pero ellos no. A estas alturas ya es inútil hablar de su emplazamiento. El órgano está donde está, es un hecho consumado y basta. Hay quien dice que ello produce una descompensación, una asimetría de bulto con respecto al arco gemelo, y no están faltos de razón. Si el templo en su conjunto se desarrolla a través de un canon preestablecido conforme a la armonía de Vitrubio, un mueble no debería romper dicha armonía. Yo pienso, es una simple idea, que esa desproporción podría al menos mitigarse con la presencia en el lado contrario de un púlpito con dosel, fabricado en madera y metal, es decir, con analogías de su bulto par.
—
—La gloria lo fue para Alcalá. que es lo mismo. Pero a esta Iglesia a la que le sale la historia por sus poros no anda manca en bautismos célebres. Aquí fue bautizada Catalina de Aragón, reina de Inglaterra, con la presencia de sus padres los Reyes Católicos; aquí fue bautizado un hijo de doña Juana
–Ya, por último, díganos, don Inocencio, otro de los proyectos que va a poner en marcha desde su presidencia en
–Nuestra misión va a ser la de dar ideas y proyectos y buscar financiación, para lo que hará falta socios y colaboradores. Pero le hablaré de un proyecto de las tres “bes”, bueno, barato y bonito. Se trata de grabar en las bóvedas del claustro los sonoros nombres de aquellas localidades donde se extendió la devoción de los Santos Justo y Pastor, agrupados por autonomías y lugares extranjeros, enmarcados en rosetones, todo ello según la investigación del eminente historiador local don José Carlos Canalda Cámara. En el muro se presentará el mapa santiustino, en el que cada autonomía o lugar extranjero tendrá un color, el cual coincidirá con el color de las letras. Fíjese que la única discusión que el tema ha suscitado es la dirección de las letras.
Al final de la visita, don Inocencio me lleva a un lugar de su casa y me muestra, adosado a la pared, un panel artístico, especie de retablo, hecho de marquetería e incrustaciones. En la parte superior ondea un título de letras doradas que dice “Santidad Complutense”. El panel consta de tres niveles con tres subtítulos. En cada nivel hay cuatro pequeños óleos con cuatro efigies en cada uno. Dice “Obispos” y se suceden debajo las estampas de San Gregorio, San Marcial, San Asturio y San Mausana. Después dice “Vecindario” y se suceden las pinturas de Justo y Pastor, San Félix de Alcalá, San Julián y San Diego de Alcalá. Finalmente dice “Universidad” e igualmente debajo de sus figuras dice San Ignacio de Loyola, Santo Tomás de Villanueva, San Juan de Ávila y San José de Calasanz. Son en total doce santos, doce óleos de los que dice ser el autor.
—Es usted un artista —le digo.
—Es mi intención donarlo a
A don Inocencio Martín de
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