miércoles, 25 de abril de 2012


Notas de calle


     El costado de San Agustín

     Los alrededores del Parador deben cuidarse. El ancestro de fachada que en la calle Santo Tomás de Aquino, 4, frente al Parador, entorpece y desluce. debe tener una solución, y y o apunto la solución de echar otra acera por detrás del muro respetando la fachada, que quedaría como ruina consolidada. Quiero antes precisar dos cosas. Una, la hipotética rehabilitación del edificio por parte del Ayuntamiento sería de dudoso provecho. Y dos, la acera estrecha de fila india que transcurre pegada a la fachada en cuestión del costado del Colegio de San Agustín, usado en su día como gallinero por el Marqués de Ybarra, resulta una acera insuficiente ante el tráfago judicial que se avecina y el servicio de estacionamiento de vehículos del nuevo aparcamiento de La Paloma.

     Por ello, sería necesario una intervención que, respetando la actual acera, adecentara la antigualla del muro de ladrillo viejo, abriendo los huecos cegados de puertas y ventanas, incluso colocando rejas,, adosara un jardín corrido contra el muro interno, en cuyo alineamiento iterior por dentro de la fachada, se tendiera un pasillo peatonal como continuación de la Travesía de San Julián, reciente y felizmente urbanizada.

     Dicho pasadizo resultaría pintoresco y original, accediendo al mismo desde la calle de los Colegios, por el arco, ahora cegado, que hay en el rincón que forma el saliente de la histórica fachada, que, así, quedaría útilmente realzada, pudiendo rematar el lado opuesto del pasadizo con otro arco gemelo en su conjunción con los jardines de la aludida Travesía,  lateral de la nueva plaza.

     El costado de Santa María.

    A mi modo de ver, que no es mcho, el costado ladrillar de Santa María, genuinamente de Jesuitas, está siendo objeto de una importante obra de recuperación. Ese lateral presenta la escalonada imagen de tres cúpulas, de tres.. ¿Por qué a la cúpula menor se le ha dejado sin la aguja que debe rematarla? Lo cual le corresponde, la tuviera o no. La estética está por encima de la arqueología, dicho sea en la actual Era de Atapuerca.

     Los arcos u hornacinas liberados con acierto en el callejón de las Santas Formas deben aspirar a contener algo más que su propio espacio.

     Los pretiles del puente Zulema

     Sobre ellos he escrito en brillo y mate, en lírica y épica. He oído decir a un ciclista que le da una especie de vértigo cuando pasa por el puente y mira el río. Un poco exagerado ¿no? Vas a tener que cambiar de deporte.

     El nuevo asfalto ha tapado la zarrapastrosa acera. Ahora el firme es tan liso como el del automóvil, pero en su mismo plano, sin bordes de protección y paso enjuto y comprometido, teniendo ahora, en efecto, el pretil más bajo. La sustitución del ancho y viejo hormigón de los años cuarenta por nuevas barandillas, incluso voladas, prestarían el espacio de seguridad del que carecen ahora los peatones.

     La mujer machista

     Era el viernes pasado a eso de las seis de la tarde, glorieta de los Cuatro Caños, parada del autobús, donde el 7. una rubia treintañera, embotada de ira,  arreciaba así contra su amiga, que miraba al vacío:

…Pues no voy sencillamente porque no me sale de los cojones ¿teenteras?
La chica de a eso de las seis del viernes pasado, además de que debe lavarse la boca con lejía, es una mujer machista. A ella y a su ministra de igualdad debo decirles que me repugna la igualdad de humores, exabruptos y atributos.

José César Álvarez
                                                                                              Puerta de Madrid,


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