lunes, 23 de abril de 2012





OJO de buey


                               2011, año de rimas.

     Burla burlando, nos hallamos metidos en este año de 2011, que adquiere la rima del 711, el año de la entrada de los árabes en España, una fecha imprescindible en la memoria infantil de todas las escuelas que fueron, cuando la memoria no estaba todavía proscrita en la enseñanza. Tiene, pues, este 2011 resonancias de aquel 711, año de traición, de irrupción violenta y arrasamiento cultural, y de un rey don Rodrigo que llora su adversidad.

     Nos hallamos metidos en este año de 2011 sin haber pensado que el 11 es el número de los dos días más amargos de la historia de Alcalá como son el 11-M y el incendio del Palacio Arzobispal, cuyos últimos vestigios dispersos han sido recientemente ordenados con mimo por nuestro Ayuntamiento, junto al sector de murallas visitables de una recuperación patrimonial que no cesa. speramos que esos nefandos días 11 no contagien a los años  de análoga numeración.

     Nos hallamos metidos en este año de 2011, que tiene un 11 como dos torres, las dos torres que nos han abierto, la de San Justo y la de Santa María. Dos unos como dos torres, en cuyos bajos fueron bautizados dos alcalaínos y escritores del Siglo de Oro, Cervantes, en la de Santa María, y Antonio de Solís bajo la de San Justo. Cervantes le ha comido el terreno a Solís, de quien en 2010 pudimos haber celebrado el cuarto centenario de su nacimiento. Solís tuvo casa en Torrejón, por lo que la Avenida principal del Parque de Europa lleva su nombre. Antonio de Solís y Rivadeneyra, el que fuera propuesto como modelo de escritura y buen estilo en el siglo XVIII, no ha salido aquí del callejón de su nombre. Hace años, le propuse para denominar un colegio y se me contestó que sonaba a ministro de Franco. Como quiera que sea, de estos dos unos como torres tenemos reciente constancia, y nos avisan de un año de altas torres, de empinadas escaleras y de viejas y grises panorámicas.

     Nos hallamos en la bocana de este nuevo año, metidos en la bocanada del humo más denso, la humareda verborraica que ha levantado la ley sin humo.

     Es el número 11 el dorsal del extremo izquierda, el hierro de todos los gentos y gaínzas que en el césped fueron. Todo hace indicar que, este año, el extremo izquierda monclovita seguirá corriendo la banda lateral de sus delirios.
    
     Será este año Once un año de ciegos, y será este año 11 un año de pares de ases. Y será este año, ante todo, lo que nosotros queramos.



José César Álvarez
                                                                                  Puerta de Madrid, 15.1.2011


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